11 de Febrero de 2017
"El tren camina monótono hacia el Sur y, sobre la ventanilla, las gotas de lluvia, como letras desordenadas de tu nombre, abrazadas al cristal con la persistencia de un recuerdo tuyo"
Un Balcón es un lugar privilegiado desde donde mirar al mundo. Por delante de cada uno de ellos pasa la vida. Te invito a subirte al mío a contemplarla, conversar o, simplemente, hacernos compañía. Pasa sin llamar. La puerta está abierta.
lunes, 13 de febrero de 2017
domingo, 12 de febrero de 2017
El Jazz Club del AC Recoletos
Madrid,
9 de Febrero de 2017
Un contrabajo que llora por granaínas en un quejío elegante que nos hiere y nos consuela a
la vez. Nos sacude y nos arrulla. Una guitarra que se desgarra por farrucas desde la sutileza gruesa del bordón.
Javier Colina se abraza a su instrumento como quien se agarra a la vida y de su
interior van brotando notas negras de río profundo. A su lado, Josemi Carmona
comparte protagonismo sin que entre ellos exista el más mínimo prurito de
preponderancia.
El
tercero en cuestión, Bandolero, capaz de convertir cualquier superficie en
instrumento de percusión, acompaña y completa esa Santísima Trinidad que es una
y trina a la vez.
Javier Colina, Josemi Carmona y Bandolero |
Josemi Carmona |
Cecilia,
creadora del juguete, sigue ejerciendo de maestra de ceremonias, como hace
4 años cuando yo venía con cierta asiduidad; y Juan, la otra pieza fundamental del invento, ha consolidado su papel atrapando en sus imágenes y grabaciones el alma de
aquel ritual consciente de lo extraordinario de lo que allí sucede y de que es
casi un delito no inmortalizarlo.
Los
jueves de Jazz y Flamenco se han convertido ya, por derecho propio, en un clásico
de las noches de Madrid y, sabedores de que una de sus claves está en el
intimismo, para no masificarlo y dar repuesta a la creciente demanda de
asistencia, han decidido, a partir de la
semana que viene, probar a hacerlo extensivo a la velada de los viernes.
Javier Colina |
Bandolero |
El Jazz Club del AC Recoletos hará suyos también los viernes de Madrid. Estoy seguro. Primo, lo que yo te diga.
Farrucas
Todas las Imágenes de Juan Laguna
miércoles, 8 de febrero de 2017
De Carlos III, El Ángel Caído y Otras Curiosidades
Madrid, 8 de Febrero de 2017
Los
planes inesperados y la curiosidad son buenos aliados.
Ayer por
la tarde debía ir al sastre de toreros y unas horas antes recibí el mensaje
de una amigo, siempre escueto y con poca antelación: “Esta tarde voy a Madrid. Asistiré a una
conferencia a las 7 de la tarde. Puedo estar por allí sobre las 5:30. ¿Un
café?”
Mi amigo
es arquitecto y de Ávila, a poco más de una hora de Madrid, y la conferencia
tendría lugar en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, en la calle Alcalá,
muy cercana al sastre, así que le propuse que me acompañara y luego ir juntos a
la charla.
Expo sobre Carlos III en la Real Academia de San Fernando |
La
Maestra Nati, ya octogenaria, nos recibió con esa vitalidad que la caracteriza
en ese santuario viviente del toreo que es su casa. Ultimé ciertos detalles de
un capote de paseo que nos está bordando para esta temporada y luego caminamos
juntos hasta la calle Alcalá.
La
conferencia, “Sobre el territorio de Madrid en tiempos de Carlos III”,
impartida por Fernando de Terán, director de la Academia, fue desgranando las
luces y sombras urbanísticas de ese rey tan
ponderado de nuestra historia en que proyectos tan importantes y
trascendentales como el inicio de las seis carreteras radiales que salen de la
capital, se alternaron con otros verdaderamente megalómanos y absurdos como la
pretendida construcción de un canal que uniera el Palacio Real de Madrid con el
de Aranjuez para el caprichoso traslado fluvial de los reyes.
Canal de Aranjuez que nunca llegó a finalizarse |
El
canal no llegó nunca a finalizarse, como tampoco el mucho más extravagante que
se dirigía hacia el norte, hacia el Jarama, que necesitaba de infinidad de
acueductos para salvar alturas, y en el S. XIX fueron sellados.
Otro
aspecto curioso de la conferencia fue comprobar cómo en algunos mapas de la
época una de las leyendas utilizadas, una mano a medio cerrar, señalaba los
lugares, por su orografía, en los que
era más susceptible sufrir emboscadas. O conocer sobre ese proyecto de "telegrafía óptica" - torres cada 15 km. que se trasladaban mensajes visuales - que llegó a unir la capital con Cádiz.
Fue
la época en la que Madrid, de tener una población similar a Colmenar Viejo o
Alcalá de Henares, comenzó a hipertrofiarse.
Al
terminar la charla, una última sorpresa nos esperaba al bajar las escaleras en
el vestíbulo de la primera planta: una siempre extraña estatua del “angel caído” – de Lucifer,
el diablo – , a imagen y semejanza de la que se encuentra en los Jardines delBuen Retiro, y cuya existencia yo ignoraba absolutamente. Sobre su base, una
inscripción: “Ricardo Bellver. Roma, 1877”. Ambas, por tanto, hijas del mismo autor.
Estatua al Ángel Caído en la Real Academia de San Fernando |
Estatua al Ángel Caído en los Jardines del Buen Retiro |
Salimos
a la calle con esa sensación de plenitud que te da el haber aprendido algo
nuevo. Unos buñuelos de bacalao en la cercana Casa Labra pusieron fin a una tarde inesperada, como casi todo lo
bueno, en que bridamos por la curiosidad sana y sus adeptos.
Casa Labra |
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sábado, 21 de enero de 2017
Obama, Trump y las "Bestias Negras"
Viernes, 20 de Enero de 2017
Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y había un camino de tierra que no parecía llevar a ninguna parte. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y al final del camino una playa desierta, una casita de madera y un hombre sentado sobre un minúsculo taburete. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y el hombre parecía llevar días sin ver a nadie. Observador, callado, en cordial matrimonio con su propia soledad. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y me acerqué y le hice alguna pregunta para romper el extraño hielo del Caribe; tal vez relacionada con La Revolución - por aquel entonces me acaba de leer la maravillosa biografía sobre El Che de Jon Lee Anderson. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y él se relajó y me habló de aquellos años, de cómo siendo muy joven cruzó la Sierra de Escambray con los Rebeldes y entró en Santa Clara. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y yo lo escuché con la expectación con la que se rasga el papel de un regalo inesperado. Al día siguiente por la tarde, al regresar a Remedios, donde me hospedada, alguien comentó que Obama, el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos, acaba de ganar las elecciones y un son de optimismo se bailó por todas las calles de aquella ciudad cubana.
Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y había un camino de tierra que no parecía llevar a ninguna parte. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y al final del camino una playa desierta, una casita de madera y un hombre sentado sobre un minúsculo taburete. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y el hombre parecía llevar días sin ver a nadie. Observador, callado, en cordial matrimonio con su propia soledad. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y me acerqué y le hice alguna pregunta para romper el extraño hielo del Caribe; tal vez relacionada con La Revolución - por aquel entonces me acaba de leer la maravillosa biografía sobre El Che de Jon Lee Anderson. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y él se relajó y me habló de aquellos años, de cómo siendo muy joven cruzó la Sierra de Escambray con los Rebeldes y entró en Santa Clara. Era un martes de Noviembre de un año bisiesto y yo lo escuché con la expectación con la que se rasga el papel de un regalo inesperado. Al día siguiente por la tarde, al regresar a Remedios, donde me hospedada, alguien comentó que Obama, el primer presidente negro de la historia de los Estados Unidos, acaba de ganar las elecciones y un son de optimismo se bailó por todas las calles de aquella ciudad cubana.
Hombre sentado cerca de Cayo Santa María. Cuba, Noviembre de 2008 |
Dos meses después, en Enero de 2009, su histórica toma de posesión me halló en la Venezuela de Chávez, en San Cristóbal. Y yo pensé en esa extraña doble casualidad por la que tanto la elección del primer presidente negro como su investidura me sorprendieran en las dos “bestias negras” de los Estados Unidos por aquel entonces: Cuba y Venezuela.
Hoy, 8 años después de todo aquello, muertos Fidel, Chavez y el optimismo, lo único que se me ocurre pensar viendo la jura del 45 Presidente en Washington, es que la “bestia negra” - por muy WASP que sea -, tal vez, esta vez, esté en casa.
La Investidura de Trump (Izq.) y la de Obama (Der.) |
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