viernes, 26 de febrero de 2016

Manzanilla en rama y chicharrones

Cuando era pequeño, en mi pueblo, miraba a los visitantes de la capital – sus matrículas y su acento los delataban – coma a seres acelerados con una prisa intrínseca por llegar antes que nadie a ningún lugar.

Hoy, que soy yo el que viene de paso, veo a mis paisanos moverse con una lentitud de barro que los primeros días me exaspera. Como si para los de ciudad lo único importante fueran las metas y para los de pueblo, el camino. Pero esta sensación no me dura más que unos días, tal vez horas, y poco a poco me voy mimetizando nuevamente con el dejo sureño del habla y con el temple aceitoso de sus desplazamientos.

Esta mañana acompañé a un par de amigos a hacer la compra y entramos a su carnicería habitual – la mejor de Ronda según ellos – en un barrio populoso.

Había una enorme y heterogénea cola formada por señoras mayores, chicos adolescentes prendidos a sus teléfonos, deportistas de amarillo cantoso y currantes en mono azul desesperanza. Nadie exudaba prisa y el dependiente, con una paciencia de estalactita, iba preguntando uno a uno al atenderlos por su última operación de menisco, su madre o sus oposiciones.

Al percatarse de la presencia de mis amigos, les hizo una señal indicándoles una esquina apartada del mostrador y, ahí, entre muslos de pollo y filetes de cabezada, nos sacó una botella de manzanilla en rama elaborada por él, 3 vasos de plástico y un platito con chicharrones marca de la casa también.

Manzanilla en rama y chicharrones para amenizar la espera en Carnicería Fai



“Para que no se os haga tan larga la espera” nos dijo. Y entonces, entre sorbo y sorbo, yo fui tomando conciencia de que tal vez lo único importante fuera, sin duda, el camino.

martes, 16 de febrero de 2016

La Luna y Los Charcos

Anochece  sobre un Sur resacoso de lluvia. Sobre el camino desmembrado de tierra, un cráter a cada paso. Sobre cada cráter, un charco. Sobre cada charco, la luna. Y, sobre cada luna, tu imagen. Multiplicada. Inevitable. Persistente.


Nube corretea a mi alrededor con su inocencia  canina de cola alegre. Y salta sobre cada charco rompiendo la luna. Y con la luna, tu imagen. Y con tu imagen, el pasado. Nuestro pasado. Aquel pasado.

Imagen: Internet